Todos nuestros pacientes de consulta disponéis de los planings dietéticos para esta cuarentena, pero queremos compartir con vosotros una serie de consejos dietéticos que os ayudarán a seguir unas pautas durante esta fase de confinamiento en relación a la pandemia actual por la que está atravesando la población mundial.
Cada uno de vosotros tenéis vuestro planing nutricional, cómo medir las raciones, la forma de pesar los alimentos, los intercambios que se pueden realizar, cómo leer la etiqueta nutricional... En fin, tenéis todas las herramientas necesarias para realizar una dieta de forma correcta y saludable a pesar de las circunstancias difíciles y excepcionales que estamos viviendo.
Ya que estamos ante una pandemia por un virus -coronavirus (COVID-19)- hay que reseñar que una DIETA SANA Y EQUILIBRADA sí nos ayudará a mantener un sistema inmunológico en las condiciones correctas, y por lo tanto ayudarnos en la lucha contra el coronavirus.
La alimentación debe ser lo más parecida posible a la que veníais realizando previamente, pero con algunas pautas genéricas que debemos recordar. Si seguís estas pautas conseguiréis comer de forma saludable y no aumentar de peso, ya que esto último resulta muy fácil si al "comer mal" le añadimos el sedentarismo por permanecer en casa 24 horas y no realizar ningún tipo de ejercicio físico, como será el caso de muchos de vosotros.
Por ello te recordamos lo siguiente:
- ¡Hidrátate! ¡Beba mucha agua! Mínimo 2 L al día. Evita el exceso de alcohol, refrescos (incluyendo refrescos "cero"), zumos industrializados y bebidas azucaradas.
- ¡Evita productos industrializados! Sobre todo productos precocinados, ultraprocesados. Ahora que vamos a pasar todo el día en casa, disponemos de más tiempo para cocinar y por lo tanto de comer de forma más saludable. Si no lo hacemos de esta forma, y abusamos de estos productos poco saludables, podrán por ejemplo, empeorar factores de riesgo cardiovascular (HTA, DM, colesterol, ácido úrico) y por tanto aumentar el riesgo de aparición de enfermedades cardiovasculares (ictus, infarto de miocardio, etc.). Además no estamos en el mejor momento para tratar crisis hipertensivas, ataques de gota, descompensaciones diabéticas, etc, ya que nuestro sistema sanitario está tan colapsado que todos los esfuerzos y recursos de nuestros sanitarios deben centrarse en la atención a personas afectadas por coronavirus COVID-19.
- Consume vegetales y hortalizas en todas las comidas y cenas. Cuando vayamos a hacer la compra deberéis comprar frutas y verduras frescas, pero también podrán comprarse en forma de conserva o congeladas si ya se han agotado las frescas; ya que conservan de forma prácticamente similar las vitaminas y el resto de nutrientes.
- Proteínas de alta calidad. Las encontraréis tanto en alimentos de origen animal, como las legumbres (frescas o en conservas). Si vais a consumirlas en forma de conserva deberéis a eliminar el contenido líquido y enjuagarlas al abrir para eliminar el exceso de sal.
- Continuar con los pescados. Cuando no sea posible la compra de pescado, por falta de espacio en el congelador o por falta de ganas para cocinarlo, también podremos sustituirlo temporalmente por el pescado y el marisco enlatado al natural, en algunas comidas/cenas.
- Lácteos. Importante buscar lácteos sin azúcares añadidos y evitar los lácteos enteros, principalmente en pacientes diabéticos y/o con hipercolesterolemia.
- Frutas. Bebéis seguir consumiendo, mínimo, 2 raciones de fruta al día (en cualquiera de las comidas). Las frutas junto con las verduras y hortalizas pueden ser claves para mejorar nuestras defensas, es decir, nuestro sistema inmunológico.
- Postres saludables. Preferiblemente fruta o yogures desnatados naturales.
- Productos integrales. (para los que puedan), siguen siendo la mejor opción.
- Recetas nuevas. Aprovechad ese momento para aprender nuevas recetas saludables en internet y ponerlas en práctica, aplicando siempre lo aprendido en las consultas de educación nutricional. Aprovechemos para ponerlo en práctica ahora que disponemos de más tiempo, ya que una vez pasada esta situación nos servirá como sustrato para el futuro.
- Ponerte al día con tu dieta. Hubo muchas comidas y hábitos que hemos remarcado en consulta que no habéis podido seguir tal como deberíais debido a una rutina diaria frenética. Ahora dispondrás de tiempo para escoger bien los alimentos, leer la etiqueta nutricional, calcular la cantidad necesaria, pesarlos, realizar las 5 comidas diarias, y fijarnos en aquellas comidas o alimentos que menos nos gustan, que mejor nos sientan, etc y anotarlo para luego comentárnoslo en nuestra consulta.
- Mantener el ritmo circadiano. Seguid con los horarios normales de comida que tenías antes, puede ayudar mucho a que tu organismo continúe trabajando de forma regular y correcta.