El sol emite una serie de radiaciones electromagnéticas con diferentes longitudes de onda. Las personas percibimos estas formas de radiación de diferentes maneras. Por ejemplo, percibiremos a través de nuestros ojos la luz visible (HEV), la radiación infrarroja la percibimos en forma de calor (IR), pero la radiación ultravioleta resulta invisible para nosotros de ahí el riesgo que ello implica y por lo tanto, los protectores solares frente a este tipo de radiación jugarán un papel muy importante.
Cada una de estas radiaciones solares: luz visible, IR, radiación ultravioleta UVA, UVB, contacta con nuestra piel llegando a diferentes niveles de profundidad, y por lo tanto produciendo efectos biológicos diferentes.
¿Cuales son los principales efectos nocivos de la radiación sobre la piel?
- La radiación UVB llega hasta la epidermis produciendo eritema (enrojecimiento) y daño actínico.
- La radiación UVA es la responsable de envejecimiento cutáneo y posibles alergias.
- La radiación visible (HEV) alcanza la dermis y es responsable de las pigmentaciones y oxidación de las células.
- La radiación infrarroja (IR) alcanza la dermis y también será la responsable de la oxidación celular.
Nuestra piel tiene mecanismos de defensa frente a la radiación solar, como por ejemplo, la producción de melamina y la liberación de sustancias antioxidantes. Pero aún así, no tiene todos los filtros necesarios para bloquear los efectos nocivos anteriores. Por ello, los protectores juegan un papel muy importante aportando este efecto bloqueante extra protegiendo así de forma segura nuestra piel.
Por ello cuando tengamos que escoger un buen protector solar deberemos fijarnos principalmente en que protejan frente a todos los tipos de radiación solar: HEV, IR, UVA y UVB.
Nuestra gama de protectores solares es muy versátil, disponiendo de un protector solar para cada tipo de piel y de problemática específica (envejecimiento, pieles con tendencia a manchas, etc)
¿Cuáles son los principales principios activos de nuestra gama de protectores solares?
- Collagen pro 47: actúa protegiendo las redes de colágeno de nuestra piel, potencia la síntesis de colágeno tipo I, mejora la calidad de la matriz extracelular, previene el fotoenvejecimiento, y promueve la elasticidad y firmeza de nuestra piel.
- Ácido hialurónico y silicio: hidratan la epidermis y potencian la firmeza y elasticidad.
- Aceite de chía: rico en omega 3 y 6, proporciona nutrición y refuerzo de la función barrera de la piel.
- Aceite de rosa mosqueta: favorece los mecanismos de reparación epidérmicos.
- Azeloglicina: previene la aparición de manchas al regular la activación de la enzima tirosinasa, responsable de la producción de melamina.
- Partículas matificantes: elimina el exceso de grasa y brillos proporcionando un acabado mate y aterciopelado a la piel.
- Vitamina E: acción antioxidante y antiedad.
En nuestro próximo blog, hablaremos de cómo seleccionar adecuadamente un protector solar en función de nuestro tipo de piel.