Los médicos estéticos estamos viendo en nuestra consulta después del confinamiento, y sobre todo ahora con la llegada del verano, un aumento exponencial de los tratamientos con toxina botulínica, más comúnmente conocida commo botox.
¿Y cual es el motivo? Principalmente tres:
- Durante el confinamiento, nuestra rutina diaria en muchos casos frenética, sufrió un parón y eso hizo que todo ese tiempo que tuvimos que pasar en casa sin poder salir, lo dedicásemos a la familia, al teletrabajo, a acondicionar y ordenar nuestra casa, etc y como no, desde el punto de vista estético a mirarnos más al espejo, y por lo tanto, fijarnos más en las arrugas de la cara.
- Al tener que usar mascarilla de forma obligatoria, parte de nuestro rostro queda oculta tras ésta (sobre todo el tercio inferior), recobrando así más protagonismo el tercio superior de nuestra cara, es decir, la frente y los ojos. Con el uso de la mascarilla, cada vez que nos encontramos con alguien lo primero que hacemos es mirarlo a los ojos, y de forma consciente o inconsciente nos estaremos fijando en todo el tercio superior de su cara, y por lo tanto, en esas arrugas que nos vemos cada vez que nos miramos al espejo y que tanto odiamos.
- Con la llegada del verano, la exposición solar diaria y en muchas ocasiones intensa, hace que nuestros músculos de la mímica facial, sobre todo los de la parte superior de la cara, se contraigan continuamente, lo cual se va a traducir en unas arrugas de expresión mucho más marcadas. Estas arrugas las tenemos todos, en mayor o menor número, a diferentes edades y con un mayor o menor grado de profundidad, pero ninguno de nosotros nos libramos de ellas. ¿y cuales son? las arrugas de la frente, las arrugas del entrecejo (nos confieren aspecto enfadado) y las arrugas de las patas de gallo.
Por lo tanto, estos tres factores son los que han influido en que muchos de vosotros os hayáis fijado más en este tipo de arrugas y os hayáis decidido a realizar un tratamiento con toxina botulínica.
¿Y por qué con toxina botulínica?
Por una parte porque es un tratamiento de acción muy rápida y muy efectiva para las arrugas de expresión.
La técnica es indolora y relativamente sencilla, aplicándose mediante pequeños pinchazos con una aguja muy fina.
La duración media de una sesión es de 30 minutos, pudiendo incorporarse inmediatamente a sus actividades cotidianas.
¿Cuáles serán los resultados?
La eliminación de las arrugas de expresión en la frente, entrecejo y patas de gallo, además de un efecto añadido que le otorga a la cara un punto extra de rejuvenecimiento como es la elevación de la cola de la ceja, haciendo un ojo más grande.
Por lo tanto, el resultado será una mirada mucho más joven, abierta, sin arrugas y relajada.
Por todo esto, la toxina botulínica es el tratamiento médico estético más practicado en todo el mundo y más repetido por los pacientes dado su alto grado de satisfacción con los resultados.
Así que si sois de esas personas que nos hemos mirado en el espejo y ahora no podemos dejar de fijarnos en las arrugas den entrecejo, la frente o patas de gallo, no dudéis en consultarnos en nuestra página web, vía telefónica o de forma presencial acerca de este tratamiento.