Coincidiendo con el uso de la mascarilla en el contexto de esta pandemia COVID-19, el rostro ha cobrado una mayor importancia, ya que en el contacto visual nuestras miradas se centrarán en las zonas no cubiertas por la mascarilla, como por ejemplo la frente, el entrecejo o las patas de gallo. ¿En qué se traduce esto desde el punto de vista estético? En que las personas nos fijaremos más en estas zonas localizadas, lo que ha condicionado un aumento de la demanda de tratamientos medico estéticos de dichas zonas.
Hay otro factor que ha influido en este aumento de la demanda de tratamientos estéticos, y es que al usar mascarilla algunos de los efectos de los tratamientos, como pueden ser los hematomas o inflamación, quedan ocultos tras ésta.
Estos son algunos de los tratamientos más demandados en los últimos meses:
1. Tratamiento con botox del entrecejo, patas de gallo y arrugas de la frente.
Es el tratamiento estético más demandado en el mundo. Actúa relajando músculos responsables de las arrugas de expresión, consiguiendo un aspecto más relajado y por consiguiente más rejuvenecido. Además, tiene un efecto preventivo sobre el envejecimiento, ya que al realizarse de forma repetida, las arrugas no llegan a pronunciarse de la misma manera que previamente al tratamiento.
La técnica es relativamente sencilla, indolora y la duración media de la sesión es de 30 minutos, pudiendo incorporarse inmediatamente a sus actividades cotidianas.
2. Tratamiento de ojeras y zona periocular con ácido hialurónico.
Con el uso de la mascarilla, nuestra mirada ha cobrado mucho protagonismo, por lo que ha aumentado la demanda de tratamiento de ojeras con ácido hialurónico así como de otras zonas próximas por la región malar o la zona temporal. Estas zonas pierden su soporte con el paso de los años, pero gracias a los rellenos de ácido hialurónico conseguimos restaurar el volumen perdido. De esta forma, el abordaje integral de la zona periocular, que es la más expuesta con el uso de la mascarilla, consigue recuperar su frescura, naturalidad y un aspecto más joven.
3. Tratamiento de labios con ácido hialurónico.
Es uno de los tratamientos que más ha aumentado su demanda ya que los efectos inmediatos tras el tratamiento, como son los pequeños hematomas o la ligera inflamación, quedan ocultos tras la mascarilla. Con el ácido hialurónico se pueden hidratar, definir su forma al redibujar su contorno y darle volumen, Los resultados son muy naturales y se consigue embellecer el labio y restaurar la armonía facial.
4. Cócteles de vitaminas faciales.
Principalmente indicada para pieles apagadas y deshidratadas. El objetivo es restaurar y conservar la hidratación, la turgencia y la luminosidad de la piel. Consiste en la administración intradérmica, mediante microinyecciones, de pequeñas cantidades de vitaminas, aminoácidos y ácido hialurónico, ayudando a estimular la producción de colágeno. Las zonas que se pueden tratar son la cara, el cuello, el escote y las manos. EL número medio de sesiones requeridas es de 4 a 6 sesiones.
5. Tratamientos para acné relacionado con la mascarilla o "Mascné".
El uso continuado de la mascarilla en época COVID-19 ha hecho que cada vez se nos consulte más por este tipo de problema. Es un tipo de acné que aparece o se acentúa por varios motivos. El roce de la mascarilla con la piel es uno de los principales, pero también influye la falta de oxigenación que se genera debido al microclima cálido y húmedo que se forma alrededor de la boca y la nariz y el aumento de la secreción sebácea e hiperqueratinización que cierra los poros y aumenta la proliferación de bacterias. El tratamiento imprescindible, a parte de tratamientos en cabina, es el uso de forma rutinaria de una dermocosmética adecuada de la que disponemos en los centros de medicina estética.
¿Cuáles son los pasos fundamentales en esta rutina diaria? La higiene facial con productos que eliminen impurezas y exceso de grasa, hidratación a base de concentrados que no dejan residuos grasos sobre la piel, tratamientos específicos que promuevan la renovación celular y la proliferación de microorganismos, y protección solar no comedogénica.
6. Tratamiento de flacidez o pérdida de estructuras de soporte con ácido hialurónico y/o hidroxiapatita cálcica como tratamiento bioestimulador.
Con el paso de los años ciertas localizaciones del rostro pierden soporte y volumen, lo que se refleja en un "hundimiento" de estas estructuras con el consiguiente resultado de un descolgamiento de los tejidos, más comúnmente conocido como flacidez, así como la aparición de "surcos" en el rostro, como es el surco nasogeniano.
Los tratamientos más demandados en este sentido son los rellenos con ácido hialurónico, los cuales aportarán hidratación a la piel consiguiendo un resultado más turgente. El resultado final será devolverle al rostro un aspecto más joven y natural.
Existe una segunda opción para tratar y prevenir la flacidez que es la bioestimulación con hidroxiapatita cálcica. Este tratamiento consigue un efecto lifting y modelado del contorno con una mejoría del volumen, inducido por el colágeno, y de la calidad de la piel a largo plazo. Es un tratamiento muy similar al ácido hialurónico en cuanto a técnica de aplicación y resultados, pero con dos puntos extra. Por una parte el efecto tensor, al reforzar las fibras de colágeno y elastina. Por otro lado el efecto que tiene sobre la estimulación de los fibroblastos, lo que ayuda a la formación de nuestro propio colágeno y elastina.